Susurros de vida

EL INSTANTE, EL SEGUNDO Y LA BREVEDAD QUE NOS RECUERDAN QUE LA VIDA ES UN LINDO REGALO

¿Quiénes son felices? (y III) septiembre 30, 2009

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Por Rafael Arráiz Lucca  
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He recibido decenas de correos electrónicos en respuesta al tema de la felicidad, así como me han abordado varias personas en la calle a hablarme del asunto. Aclaro, esta es materia para la que los filósofos y los psiquiatras están mejor preparados que yo para responder, pero intento aportar algo, sin dejar de remitir al lector a lo dicho por ellos. Concluyo la serie con algunas reflexiones personales solicitadas y dos recomendaciones de lectura.

Pensé en hacer una lista de títulos recomendados, pero advertí de inmediato que se me iría todo el artículo en ello, pues la bibliografía existente es abundante y mi interés acerca del tópico ha sido insistente desde la niñez. Opto por referirles dos autores que me asisten desde dos momentos centrales de mi vida. El primero es Bertrand Russell, el filósofo británico que me acompaña desde mi adolescencia y que escribió La conquista de la felicidad.

El segundo, es una fuerza espiritual del mundo contemporáneo, la más cercana a mí desde hace años: el Dalai Lama. Remito, en especial, a su libro El arte de vivir en el nuevo milenio.

El viejo Russell se esmeró en desentrañar primero las causas de la desgracia, para luego adentrarse en su antónimo y, con su particular agudeza, advirtió que el egocentrismo es la causa central de la pesadumbre.

En esto, seguía los descubrimientos del psicoanálisis.

A partir de allí hizo un retrato del hombre feliz que, les confieso, ha sido norte de mi vida.

Dice el maestro: «El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que tiene afectos libres y se interesa en cosas de importancia, el que asegura su felicidad gracias a esos afectos e intereses, y por el hecho de que le han de convertir a su vez en objeto de interés y de cariño para muchas otras personas…

El hombre feliz es el que no siente el fracaso de unidad alguna, aquel cuya personalidad no se escinde contra sí mismo ni se alza contra el mundo. El que se siente ciudadano del universo y goza libremente del espectáculo que le ofrece y de las alegrías que le brinda… En esta unión profunda e instintiva con la corriente de la vida se halla la dicha verdadera».

Por su parte, Tenzin Gyatso, en las antípodas de cualquier autoritarismo monoteísta, afirma: «Para mí, el budismo sigue siendo el camino más preciado, por ser el que mejor se corresponde con mi personalidad, aunque esto no quiere decir que sea la mejor religión para todo el mundo, tal como tampoco creo que sea necesario que todas las personas sean creyentes y practicantes de una u otra religión». Este es uno de los aspectos más sublimes del budismo tibetano: no hace proselitismo, no busca acólitos. Respeta sinceramente las creencias del otro. No desprecia.

Más adelante, el Dalai Lama hace su lista de virtudes. Dice: «La espiritualidad, en cambio, me parece algo relacionado con las cualidades del espíritu humano, como son el amor y la compasión, la paciencia, la tolerancia, el perdón, la contención, el sentido de la responsabilidad, el sentido de la armonía, etcétera, que aportan la felicidad tanto a uno mismo como a los demás».

De todas ellas, la virtud central para la felicidad y el edificio de la personalidad, es la compasión. Pero, no la del superior que se conduele con el sufriente, sino la del que sintiéndose igual comparte con el otro su avatar. Ir hacia el otro, dialogar y comprender, son acciones positivas que siembran el camino de flores. Es decir, hacer el bien, contribuir en armonía con la obra colectiva de la especie, es fundamental; así como un trabajo interior articulado desde la psicología y la espiritualidad. Estamos obligados a buscar la felicidad, Borges dixit.

 

Días de septiembre septiembre 29, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 9:25 am

dos-hermanas

Sé que tienes alma itinerante. Sé que tenemos virtudes y defectos, incluso tenemos lo que consideramos virtudes y para otros no son más que incoherencias. Dentro de lo que deduzco y conozco de nosotras, la comodidad de una confesión es ya rutina, yo pienso en una frase y al rato ya tú la estás diciendo… y desde hace dos años aprendí que el vacío puede saltar desde donde esté a un día, para modificarlo sin remedio o al menos para enseñarnos que de eso se trata la vida… de crecer hasta en los sentimientos. Madurar hasta pensar en lo que quiere el otro, a pesar de nuestro natural egoísmo. Ahora lo pienso de manera distinta a ese día en que te fuiste, o al día en que decidiste quedarte allá, porque también es cierto que me fui, digo, de esa casa a donde siempre es grato regresar. Ahora es diferente, reconozco que comparto junto a muchas otras personas el estatus de tener una hermana en el extranjero y a veces se me hace fácil, y a ratos no tanto. No sé por qué me veo y antes de una sonrisa por tu bienestar se me atraviesa esa especie de impotencia que me provoca lágrimas, y no me gusta, es decir, no recuerdo que en ninguna página de las vivencias hayamos sido acostumbradas a llorar, a que la pesadez se nos quedara en el cuerpo, a conservar la melancolía e incluso a vivir en ese círculo vicioso que sin dudas se teje mientras se extraña. Ha sido interesante aceptar que me has ayudado a crecer en este aspecto, incluso cuando por un tiempo dejé de ser yo la hermana mayor donde te podías apoyar, para pasar a ser el propio coleto. Del reconocimiento de todos estos sentimientos he aprendido algo grato: nadie nos pertenece, es errónea ese “de” que ahora me acompaña, es erróneo cualquier papel de propiedad mientras estén involucrados los sentimientos, es erróneo cualquier acto de compra y venta de la esencia, es mentira lo absoluto y es lo más sano del cuento. Las justas valoraciones son individuales y determinantes cuando digo “mío”, “tuya”, etc. Justo para comprender el uso de alguna palabra dicha en un momento determinado, se tiene en referencia a la persona, a lo que ha demostrado, lo que sugiere su conducta, lo que exterioriza. Puedo decir entonces que tengo ya dos años de entrenamiento en cariños a distancia, claro que el primer año lo raspé completo por lo desubicada que me sentí mientras sólo te acompañaba racionalmente, el boom vino después… ha sido interesante comprender y aceptar lo que vivo, atinar en cada nueva sorpresa que puedo fabricar a distancia, incluso hacerte reír con solo una llamada, una carta que te espere en casa y esto me lleva a pensar además en que he estado como al 20% de las posibilidades que existen para sopesar la distancia… como también me ocurre con otras historias de esas que nos regala la vida y que conversaremos luego. A veces basta con querer para llenarse de energía y hacer las mejores proezas de nuestros días. Hoy siento que estos días de septiembre me llaman a este espacio de manera diferente, a dejarte unas letras diferentes a las del año pasado, quiero que sea así, a veces no me lo creo pero también pienso que es cuestión de ejercitar la manera en que queremos vivir, de manera que atenta a la próxima sorpresa… tu hermana que te ama.

 

Porvenir o por venir septiembre 25, 2009

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«El tiempo es el dueño de lo que puede pasartiempo

de tus andanzas por la gloria

o tu triste caminar»

(Diego Torres)

 

Salud! septiembre 24, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 11:52 pm

harrisonEl aprendizaje se ha manifestado por aquí sin superar a la alegría del encuentro con cada nueva historia. Conocer parte de la realidad que convive con la sociedad venezolana en su lado más saludable o carente de bienestar ha sido una linda tarea que hoy cumple un añito al menos con el nombre Salud al Día. Celebro hoy con la sonrisa de un niño que vive gracias a un trasplante de hígado, que le donó su mamá. Y con esta publicación van viajando también los recuerdos, las vivencias, los rostros de cada uno de mis compañeros de trabajo, las personas que por una u otra razón han coincidido en mi camino, para atender precisamente esa parte de la vida que nos mantiene con ánimo para ocuparnos de los deberes, quereres, etc. Sin salud es difícil andar en otros asuntos… o no? La foto es de Gabriel Osorio.

A diez meses del día en que recibió parte del hígado de su mamá, Harrison Sandoval se divierte jugando como buen aprendiz. Ni montarse en el columpio, subir a la rueda y dar vueltas, lanzarse por el tobogán y menos escalar en el laberinto, eran actividades posibles antes de la operación. Parece impensable que un niño tenga que aprender a jugar a los 6 años de edad, pero le sucede a todos aquellos que viven con cirrosis hepática y lo hinchado de su cuerpo no les permite tan siquiera agacharse.

 

La sombra de Harrison la cuida una heroína, parecida a esos personajes que más de una vez se leen en los libros de Isabel Allende, reales y mágicos a la vez. La señora Josefina Pineda tuvo morochos y uno de ellos nació con problemas hepáticos. Desde el día del nacimiento de Harrison, ella buscó la forma de salvarlo y consecuentemente mejorar su calidad de vida, a pesar de las dificultades que se presentaran en el camino y el poco dinero para lo necesario. De manera que la donación de parte de su hígado fue una más de las hazañas cumplidas a favor de la salud de su hijo. 

 

La señora Josefina recuerda con detalles el periplo desde los peores días hasta llegar al quirófano el 10 de noviembre del año pasado. Los primeros dos años de vida de Harrison los vivió dando tumbos entre hospitales: primero el de San Cristóbal y el Universitario de Mérida, más tarde el J. M. de Los Ríos, el Universitario de Caracas y finalmente el San Juan de Dios. En todas estas instituciones recibió la atención que buscaba, el tratamiento para mantener a su niño con vida y también el diagnóstico con lujo de detalles frente al que era inminente la necesidad del trasplante de hígado.

 

En el año 2002 todavía no se realizaban trasplantes de hígado a niños en el país, y por esta razón se le sugirió a la señora Josefina que tramitara alguna ayuda económica para operar a Harrison en Argentina. Hicieron algunas cartas que se llevaron hasta Miraflores y al Ministerio de Salud, se sacaron sus pasaportes, hicieron todo lo posible y la ayuda no llegó. “Ni te imaginas lo que yo pasé”, comenta Josefina sobre ese instante de su vida, cuando no conseguía una salida factible para la operación.

 

Hasta ese momento, Harrison fue mantenido con vitaminas, calcio, protectores gástricos, pastillas recomendadas por los médicos y leche especial. El niño no comía mucho, le picaba constantemente el cuerpo, era flaco, panzón y amarillo, según cuenta su mamá. El problema hepático le impidió a Harrison comenzar las clases de manera regular, pero Josefina pidió un permiso especial en la escuela donde asistía su hermano, para que el niño fuera aprendiendo lo básico que todo niño debe conocer a los 4 años de edad. Todo funcionó hasta que se fue agravando la hinchazón del cuerpo y el picor sobre todo en los brazos.  

 

La historia cambió a principios del año pasado, cuando la señora Josefina leyó en el periódico sobre los preparativos para el trasplante de hígado de un niño de Maracaibo. Con el artículo de prensa en la mano viajó desde Coloncito -en el estado Táchira- hasta Caracas, para buscar toda la información necesaria. Entre una recomendación y la otra de los médicos ya conocidos, la remitieron al Programa Metropolitano de Trasplante de Hígado – Fundahígado.

 

Desde el mes de junio del año pasado comenzaron las diligencias para el trasplante de Harrison. El niño tuvo que subir un poco de peso, se solicitaron 30 donantes de sangre y, entre familiares, conocidos y amigos que se trasladaron desde los andes, se consiguieron en la fecha indicada. Los temores normales frente al trasplante y la donación no tardaron en aparecer, la señora Josefina hizo todo lo necesario y, tal como lo cuenta, el resto lo dejó en manos de los médicos y de Dios.

 

“Nos atendieron como a unos reyes”, comenta la señora Josefina sobre el trato recibido de todo el personal de Fundahígado. El resultado fue exitoso, ambos lograron superar la recuperación, actualmente se encuentran en buen estado de salud y después de 6 años de lucha es ahora cuando por fin duermen la noche completa. “Ahora todo es felicidad”, comenta Josefina. Harrison comenzará este año las clases de manera formal y a todo el que le pregunte sobre su caso le dirá: “Yo tenía el hígado ‘picho’ y me pusieron el de mi mamá”.

 

Sobre la inspiración… septiembre 22, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 6:04 pm

«Hay cosas de nosotros mismos que sólo podemos realmente poseer a través de otro«la luna.

(Luis Felipe Fabre)

 

Letras Libres… septiembre 21, 2009

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letras“Tú debes adentrarte en el Camino de los Versos, donde cada verso es un camino hacia quien sabe dónde. Lo importante es que sigas el verso. El verso es un camino que puede no tener ningún sentido pero que puede darle sentido a una vida. Tal vez no lleve a ninguna parte pero es un modo de estar en el mundo”. (Allen Ginsberg)

 

Quiero playas limpias septiembre 19, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 6:55 pm

foto-basuraHemos sido criados en la “abundancia”. Creo muy personalmente que éste es parte del inicio de muchos de los problemas que como sociedad enfrentamos actualmente, y lo traigo hoy a este espacio en referencia a nuestros recursos naturales. Nos enseñaron que vivimos en un país con muchas playas, caudalosos ríos, gigantes montañas, médanos y una diversidad ecológica que salta a la vista en toda su extensión, incluso hasta en los textos escolares.

 

En medio de esta vasta manera de percibir nuestro entorno, de pronto un papelito en el piso resulta insignificante, así como también ocurre con las toallas sanitarias en el fondo del mar, los pañales a la orilla de los ríos, las colillas de cigarrillos en cualquier parte (¡Ah! ¡Me acabo de tropezar con una!), las botellas de la cervecita que aplacó el calor, pitillos, bolsas, latas y demás desechos.

 

La fuente de petróleo que todavía muchos imaginan como la mejor manera de ilustrar a un “país rico” se ha quedado tan tatuada en las meninges que no permite que la vida se conciba de otra manera. “Si somos tantos en el país alguien podrá limpiar”, es uno de los pensamientos más frecuentes, sin detenerse a observar o por lo menos remitirse a las estadísticas de la cantidad de héroes anónimos que mantienen sus actividades en déficit. En el país al menos hay déficit de guardaparques, de bomberos y de voluntarios.

 

Luego de la reflexión aparece la acción, y más tardíamente aunque posible… la permanencia. En este Día Mundial de Limpieza de Playas es tiempo de reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestro entorno, seguidamente podemos agarrar una bolsa y recoger miles de desechos por un día, pero el verdadero aprendizaje sin lugar a dudas está en la vigencia de las buenas costumbres. De mi mamá he aprendido que siempre es mejor mantener que limpiar, y es justo en este momento cuando pienso en lo afortunado que será mi vecino que salió de paseo con su familia, porque al menos por este fin de semana verá la playa limpia, pero… qué pasará la semana que viene?

 

Cada año, entre 15 mil y 20 mil voluntarios recogen hasta 12 toneladas de desperdicios en las orillas de mar, lagos y ríos del país. Este año, cuando se celebra la décimo novena edición de este día de limpieza, 300 playas fueron atendidas y aplaudo esta iniciativa. Hoy lo más importante sería aprender a cuidar los recursos naturales, mejorar la imagen de nuestras playas, recoger la basura que se genere de un paseo, mantener la calidad de nuestras vidas en relación constante con los recursos que nos rodean.

 

¿Quiénes son felices? (II) septiembre 18, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 3:03 pm

felicidad2Los estudios señalan que es importante creer en uno mismo, pero también indican que no demasiado. La frontera entre la autoestima y la autosuficiencia es delgada. Como todo en la vida: la plenitud está en el equilibrio. Esto se junta con otro hallazgo estadístico: quienes afrontan los problemas acompañados y asesorados tienen más posibilidades de resolverlos que quienes batallan solos.

Así como las investigaciones señalan que las familias con rutinas domésticas son 5% más felices que las desordenadas, la actitud sobreprotectora de los padres hacia los hijos no resuelve ninguno de los temores que la provoca y, por el contrario, instaura otros de ardua resolución.

Varios trabajos señalan que hay gente que ha obtenido lo que quiere, pero no lo reconoce y, en consecuencia, no experimenta ninguna satisfacción. Estas personas crean a su alrededor una imagen incomprensible para los demás que termina por sembrar animadversión en su contra. Experimentar alegría y satisfacción, cuando hay razones para ello, y expresarlas, es necesario.

Otro estudio señala que un aspecto central de la felicidad es el compromiso con lo que uno dice que hará. Concentrarse en las tareas a las que se comprometió es fundamental.

La procrastinación sistemática es altamente dañina. Igualmente, reírse todos los días es necesario, así como cultivar el humor, pues los estudios revelan que la felicidad está estrechamente vinculada con éste, lo que no deja de ser un tema álgido porque sin inteligencia no hay humor.

Comunicar lo que a uno le pasa y siente es básico. Quienes no expresan sus sentimientos y se los guardan suelen estar menos contentos que quienes son expresivos, señalan. Uno de los estudios citados, afirma: «Las personas que tienden a ser socialmente abiertas evalúan su satisfacción general en la vida 24% por encima que aquellas que no».

Los estudios de Glass y Jolly arrojaron estadísticas muy claras sobre las bondades de la amabilidad. Ser accesible, grato, cortés, cariñoso con los demás es fuente permanente de satisfacción. En los estudios nadie ubicó a un antipático como una persona feliz.

Por el contrario, todas las investigaciones señalaron el poder mágico de la música como fuente de alegría, de encuentro y de recuerdos gratos.

Terminar lo que se inició.

Hacerlo bien hecho y amar lo que se hace, son fuentes de satisfacción. Dicen Furnham y Cheng: «Investigaciones con adultos han revelado que la tendencia a ser disciplinado, pausado y concienzudo tiene 18% de efecto positivo en la felicidad».

El estudio de Scope llegó a la siguiente conclusión: «Los lectores frecuentes tienen 8% más de posibilidades de expresar satisfacción diaria». Ejercitar la mente, la memoria y la imaginación puede acercarnos a formas de felicidad cotidiana y, afirman, nos alejan de algunos de los elementos más nocivos para la satisfacción: el aburrimiento, la abulia, el desinterés.

Un estudio de Pegalis determinó que las personas serviciales, que ayudan a los demás, se sienten 11% mejor que las personas indiferentes, desatentas. Otra investigación, asombrosa para muchos, fue adelantada sobre la base de 20 factores que se consultaron en una encuesta. De los 20, hubo uno que no tuvo importancia para la mayoría de los consultados: el estado financiero, la cuenta bancaria.

 

En movimiento

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 2:56 pm

agua4Se sigue haciendo historia, otros son los famosos, Del Potro ganó, a otros también se les aplaude, parece moverse el ciclo de la vida, no estamos estancados viendo cómo la Copa US Open se la lleva por sexta vez el mismo hombrecito, las miradas salen a relucir y se descubren, la vida parece que estuviese en punto de ebullición y ahí vamos de pronto en una burbuja que todavía no explota.

 

¿Quiénes son felices? (I) septiembre 16, 2009

Filed under: Sin categoría — susurrosdevida @ 8:53 am

sonrisaRafael Arráiz Lucca es uno de los historiadores, escritores y columnistas que más admiro. Normalmente tiene esa puntería para dejar en el periódico algo que siempre merece la pena leer y yo no puedo hacer más que dejar sus letras por aquí. Espero que las disfruten.

E l reconocido psicólogo y científico social norteamericano David Niven, Ph.D, ha publicado recientemente el fruto de años de investigación. Su libro se titula en español Los 100 secretos de la gente feliz (Verticales de Bolsillo, Bogotá, 2009) y, aunque pudiera pensarse que por el título se trata de uno de estos engendros de la autoayuda, no lo es.

Por el contrario, es el producto de una extendida investigación que Niven ha hecho, auscultando toda la literatura publicada sobre la materia en Estados Unidos, ya sea en revistas especializadas o en libros. La mayoría de las conclusiones se fundamentan en estadísticas, de allí que se alcancen aportes detallados con cifras porcentuales. La única carencia señalable es que los trabajos de campo son exclusivamente norteamericanos, pero tampoco puede decirse que la gente de allá es muy distinta a la de acá, finalmente.

Comencemos: el primer elemento que salta a la vista es el del sentido. Las personas que tienen un propósito son más felices que quienes andan por la vida sin un proyecto específico. Más aún, quienes están poseídos por una vocación son todavía más felices que quienes no están gobernados por una. No obstante, quienes son extremadamente competitivos son más infelices que quienes aceptan derrotas con serenidad. Dicho de otro modo: el que siempre tiene que ganar encuentra mayores sinsabores que quien se aviene con el fracaso.

La escogencia de metas razonables, ajenas a la ambición desmedida y alcanzadas poco a poco, como quien da pasos sin aspavientos, es un secreto de la gente satisfecha. Quien se propone grandes realizaciones desde un principio, va hallando el sabor amargo de la insatisfacción. La congruencia entre las metas y los recursos es básica para la felicidad.

Los estudios han demostrado que quien tiene buenos amigos, tallados por un afecto sincero, son menos infelices que quienes no tienen gente cercana a su afecto. Somos seres sociales y nos realizamos en la soledad y el encuentro, a la vez.

Lo central no es sentirse acompañado sino sentirse cerca de los otros. El matiz es importante, pues es una fuerza positiva: propender hacia los demás, más que esperar que los demás vengan hacia uno.

Señalan los estudios que quienes saben de dónde vienen sus familias, quiénes fueron sus antepasados, se sienten mejor que quienes ignoran sus orígenes. La pertenencia a una comunidad étnica o cultural es fuente de alegría y satisfacción.

Las estadísticas indican que «las personas que duermen bien están 6% más satisfechas con su vida que las que tienen un sueño promedio, y 25% más satisfechas que las que duermen poco». En esto se insiste en varios trabajos: dormir bien es fundamental para la felicidad. Además de este factor, Murray y Peacock hallaron en su investigación que los componentes principales de una vida feliz son «el número de amigos, la cercanía con ellos, la cercanía con la familia y buenas relaciones con los compañeros de trabajo y vecinos». Según ellos, estos factores constituyen 70% de la felicidad.

De acuerdo con un estudio de Brebner, las personas infelices en 8 de cada 10 ocasiones ven lo negativo, sin importar el evento; mientras las felices en 8 de cada 10 oportunidades, ven lo positivo primero.

En otras palabras: a los pesimistas se les hace imposible la felicidad. Pueden alcanzar grandes logros, incluso hazañas, pero no experimentan la plena satisfacción.