Gracias a ti por comprar mangos. El sabor de esta, mi fruta favorita, me dejó no solo el dulce que me acompaña desde la infancia sino pensamientos y reflexiones un poco más agrios también. Con el paso de los días vas aprendiendo una lección básica, si existe el dulce es normal que exista el amargo. De manera que me los disfruté, lavarlos, quitarles la concha, luego de sacarlos de la nevera es una de las alegrías más preciadas y guardadas con celo. El dulce es evidente: pequeña, pocos años, de la mano de mi abuela, Valencia, monte adentro, vacaciones, mangos en el piso, jugo de mango, en el desayuno, almuerzo, merienda, a cualquier hora, aroma amarillo confundido con el sol de la nitidez de un recuerdo… lo agrio era de esperarse: una poda insoportable que he comentado a mis seres más cercanos, la mutilación de mis matas, los mangos que ya no comeré por un tiempo, la sombra que no disfrutaremos, ahora dónde colgamos el columpio? Mis matas? – Sí, mis matas y las de muchos en casa, en la familia, pero sobre todo de los que están a decenas de kilómetros de esas matas, que no nos conformamos con la espera de los años para ver el patio como era antes, de los que estamos metidos en una cola infernal y pensamos en aquella sombra, en la cantidad de recipientes que logramos llenar con muchos mangos, decenas de mangos para disfrutar y reconfortarnos. Intento con muy pocos resultados pasar la página de este episodio sin caer en la molestia que crece y crece hasta alcanzar la rabia… sin que regrese a mí el olor a los mangos, sin que se atoren los recuerdos, sin olvidar esa vez que llegué y ya todo había pasado, el ecosidio que significó dejar de tener un tesoro en el patio de mi casa. No entraré en detalles más espinosos sobre este asunto, pero ha sido insoportable esta experiencia y de pronto dejando esta queja aquí en algo ayude no sólo a mi mente, sino a todos los que tienen matas de mango en sus casas o cerca. Cuidar es querer, yo no lo olvido. Creo que mañana necesitaré más mangos para seguir aceptando esta parte de mi realidad.