Tengo un recuerdo de esos en mal estado, que casi parece un sueño. Yo debía tener meses de vida…estoy mirando a mi madre desde abajo, como si ella me sostuviera en sus brazos. Me está meciendo, sentada en la mecedora que nos acompañó en casa hasta que tuve unos 13 años y nos fuimos del pequeño piso de la calle Vicente Espinel 27, en Madrid. Mi madre trataba de dormirme, y entre penumbras puedo distinguir sus ojos de loba mirándome con un amor que ahora se me antoja de nuevo. Mi madre, María, me canturreaba una nana de esas que medio sabía, medio se inventaba, con su voz de laurel. Y la luz que entraba por la rendija de las cortinas del balcón del salón, dibujaba su pelo negro suelto. De aquel instante puedo recordar hasta lo que me hacía sentir. Ahí con ella, yo estaba lo más cerca que estaré nunca de la felicidad completa. Es… el recuerdo más antiguo que tengo. Hoy se me vino a la cabeza. Sé que parece imposible conservar un recuerdo de cuando tenías meses de vida, pero si te enamoras de un momento, entonces se pueden producir pequeños milagros. Yo me enamoré de estos instantes que tienes ante ti y aquí están los pequeños milagros que hicieron. Este disco está dedicado a mi madre, María. La vida es un milagro y la música es lo que nos lo recuerda.
(Letras escritas por Alejandro Sanz en la dedicatoria de su último disco)
Susurros de vida 