Por cada niño que trabaja hay un par de adultos irresponsables. Ejemplos como este lo vemos a diario y todavía me hacen pensar que la batalla por un mejor país está perdida. Luego miro sus sonrisas, les pregunto y me doy cuenta de que sus necesidades se parecen a las de otro que ya entrevisté y sólo la suerte cambió su destino. Me pregunto si la suerte se da en toneladas para todo el que necesite estudiar y como debe ser, también divertirse. Cada edad tiene sus cosas no? Entonces.. qué hace un niño trabajando en vacaciones?
Durante el fin de semana agosto 31, 2009
Las fulanas Alegrías! agosto 24, 2009
Esta es la foto de las Alegrías que se comen en México. La granola que un día conocí por referencia y me alegraron tanto. Esta foto es cortesía de una come Alegrías muy muy querida. Gracias!!
Insólito
Improbable es que justo mientras leo “El Escarabajo de Oro” comienzan a suceder situaciones improbables nuevamente en casa. Siempre ocurre con animales, el cuento del perro corredor, los pájaros en el carro y ahora un escarabajo que entra quién sabe de dónde por mi ventana y anuncia su presencia con el golpe de su caparazón. No quedó desconchado ajajaaj ni mucho menos, aguantó el golpe y tuve que buscar un testigo… porque es improbable que un bicho de ese tamaño vuele hasta la venta de un piso 14. Terminaré de leerme el cuento para avanzar en esta reflexión y veré si ocurre lo mismo cierto día cuando otro sea el libro, otro el sueño, otro el personaje, otra la historia… otro el encuentro.
Dolencias
Pasado el tiempo la dolencia desaparece, se mejora, o se acrecienta. Concientemente en un momento todo ha pasado pero… es precisamente ese vacío en el estómago, la presencia de la nada en todo, lo relativo que puede tornarse la existencia, las lágrimas que se vienen solas, el insomnio y esas huellas del pasado que parecen retornar al mismo camino… las situaciones que anuncian a la dolencia. Parece que fue ayer cuando todo era diferente y sí, hemos cambiado, ahora lo importante son otras cosas, no es el tiempo para dedicarse a los detalles, no es ni siquiera tiempo para agradecer, es tiempo de crecer, de intentarlo con el ánimo adecuado, preocuparse y ocuparse. Entre el pecho y la espalda hay una dolencia que en parte cederá con los sucesivos masajes pero en un cierto porcentaje solo irá cediendo con el tiempo, que al parecer es la cura a este tipo de dolencias. Las horas pasan lento, nadie parece entender que la vida es un recuerdo y lo que no tiene recuerdo simplemente no es vida ni nada parecido… aunque lo peor es tener un mal recuerdo que se acerca más hacia la sombra de la existencia que también nos acompaña. Raro es cuando te sorprende la dolencia, creías que ya era pasado, te das cuenta de que no eres tan fuerte como creías y te duermes rezando con la esperanza de tener la mínima voluntad de levantarte al día siguiente para lucir radiante, sin un dejo de rencor, con regalos, con cariños, con la esencia que hoy crece por aquí y por allá, por calles diferentes que buscan el mismo norte.
Leyendo a Poe agosto 22, 2009
Un nuevo libro, con nuevas historias. Esta vez el suspenso, la intriga, los acertijos de la novela policiaca, los cuentos de misterios, suspenso llegan a mis manos en esa mixtura que parece perseguirme: entre la coherencia a la que recurre el método científico de deducción y esa esfera mágica que rodea incluso a los escarabajos. En el prólogo una cita que no esperaba, justo en estos días en que he pensado en eso de la juventud y me animo a creer que de pronto es algo de espíritu aunque con dolencias que se van multiplicando en todos los casos. Por lo pronto un pedacito de Poe en breves letras…
“Los adolescentes son adultos desconchados, esto es, adultos que carecen de concha, esa especie de caparazón compuesto de una sustancia dura que sin duda protege, pero que evita también contactos muchas veces agradables con el exterior”.
No al cierre de más emisoras! agosto 21, 2009
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La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír».
George Orwell – Escritor británico.
Un 15 de agosto… agosto 17, 2009
Hace dos años, la historia cambió para mejor aunque el salto no dejó de provocar cierta nostalgia… Hoy los mejores recuerdos salen a pasear por la memoria y los otros ya se han borrado, o están en esa fase nebulosa donde entra todo lo que ya ha perdido importancia o nunca la tuvo. Los que quedan son pocos y cuando salgan entonces haremos la fiesta correspondiente, será un reencuentro genial! No lo dudo. Después de todo, el punto com que hizo historia se debió a la calidad humana que también se manifestaba en esa oficina. Hoy no olvido: al borrachito que dormía en la alcantarilla del frente, los jugos de la Fátima, lo desolado del piso 3 en día de guardia y sus correspondientes fantasmas, quién no comprobó la leyenda urbana que bien expresa “de que vuelan, vuelan”. Los guardianes del estacionamiento que todavía saludan, las quesadillas de la merienda, las tortillas de El Municipal, lo mucho que puede doler una noticia cuando se escucha a solas… las flores de Galipán y la historia densa con que cada mañana amanecía Puerto Escondido… del otro lado de la ciudad, solo recuerdo a la misma silla (mala) en una oficina más bonita y fría, con vista a la rotativa que siempre será el hogar de las letras que aprendí a escribir. Aclaro… cualquier rotativa.
Crecer… agosto 13, 2009
Funciona. Pedir deseos a las estrellas fugaces funciona cuando menos uno lo piensa. Cuando parece que todos los colores están jugando a las escondidas, cuando la luz sólo sirve para enaltecer las sombras, justo allí funcionan los deseos que llevamos casi de ideario mágico, por supuesto a cuestas porque no puede ser de otra forma. Con todas sus deformaciones, los momentos adquieren una alineación perfecta que deja antojos, caminos por andar, recuerdos para los días por venir, con puntos y comas. En días donde las prioridades son otras, parece poco cuerdo pensar en que los dados pueden ser lanzados por otra persona a nuestra suerte, pero ocurre. Sin idea de lo oscuro que puede levantarse un día, todo se compone de un instante al otro y así, seguimos caminando. Hoy, que el rumbo de la vida me mostró que no perdí el tiempo ayer mientras pedía deseos… no lo olvidaré para cuando vuelva a hacer falta sostenerse, llenarse de alegría y seguir este tránsito que a veces es tan accidentado, cuesta arriba, denso… casi olvido que prometí no quejarme, pero ahora lo recuerdo.
Susurros de vida 